Tu cerebro al desnudo

¿Cómo toma decisiones mi cerebro?

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Introducción

“La vida es una suma de decisiones, conscientes o no, nuestras o no”
 
Vivir es decidir. Al inicio de nuestra existencia nuestra capacidad de decidir es nula, estamos completamente a merced de las decisiones de nuestros cuidadores, éstas a su vez están condicionadas por sus circunstancias personales, familiares y sociales.
 
A medida que crecemos y maduramos, adquirimos poco a poco la capacidad de decidir y hacernos responsables de las consecuencias de esas decisiones (aunque algunos no lo alcanzan nunca).  
 
En definitiva, “vivir es decidir y decidir es vivir”.
 
En este episodio, veremos qué pasa en nuestro cerebro cuando decidimos, seamos conscientes de esa decisión o no.

Introducción

“La vida es una suma de decisiones, conscientes o no, nuestras o no”
 
Vivir es decidir. Al inicio de nuestra existencia nuestra capacidad de decidir es nula, estamos completamente a merced de las decisiones de nuestros cuidadores, éstas a su vez están condicionadas por sus circunstancias personales, familiares y sociales.
 
A medida que crecemos y maduramos, adquirimos poco a poco la capacidad de decidir y hacernos responsables de las consecuencias de esas decisiones (aunque algunos no lo alcanzan nunca).  
 
En definitiva, “vivir es decidir y decidir es vivir”.
 
En este episodio, veremos qué pasa en nuestro cerebro cuando decidimos, seamos conscientes de esa decisión o no.

Antes de decidir

¿Por qué parece que nuestras decisiones son tan predecibles a veces?

Si pienso por ejemplo en mis amigos más cercanos, sé perfectamente las decisiones que van a tomar ante determinadas situaciones. Además, sé que cada uno es tan diferente que tomaría una decisión muy diferente.
 
Y al igual les pasará conmigo. Estoy seguro.
 
¿Por qué es así?
 

Bases Cerebrales de la Toma de Decisiones

Empezaremos con un poco de “Neurociencia Evolutiva”, en otras palabras, como el proceso biológico de la evolución ha hecho nuestro cerebro como es. Para ello, hablaremos de filogenia y ontogenia.
 
Cápsula Neurocientífica → ¿Qué es eso de la filogenia y ontogenia?
– Filogenia: rama de la biología que estudia las relaciones entre distintas especies
– Ontogenia: rama de la biología que estudia el desarrollo y evolución de un organismo desde su concepción hasta su senectud y muerte
 

Neurofilogenia del decidir

A nivel biológico nuestro cerebro ha evolucionado precisamente para esto, para decidir. Para organizar la orquesta de nuestro organismo en una sinfonía común, nosotros. Es decir, nuestras decisiones tienen una predisposición biológica.
  • Los circuitos de nuestro cerebro evolucionaron a lo largo de cientos de millones de años.
  • Nuestros sistemas de sensación, percepción, movimiento, emoción y motivación tienen ya respuestas predeterminadas “por defecto”.  El hambre, el sueño, el frío, el miedo y el deseo sexual, son algunos ejemplos.
  • Es por eso que, en el orden general de las cosas, los seres humanos nos comportamos similar.

Neuro-ontogenia del decidir

Los genes provenientes de nuestros padres codifican la formación y el desarrollo inicial de nuestros cerebros, desde dentro del vientre de nuestras madres, hasta nuestra muerta, nos acompaña esta influencia hereditaria. En otras palabras, nuestras decisiones tienen una predisposición genética.
  • Todos tenemos la misma plantilla básica (ADN), pero organizada de distintas formas específicas para cada uno, parecidas pero no iguales (genes).
  • Determinadas formas de ser, pensar, reaccionar y actuar, están condicionadas por nuestra genética.
  • Es por ello, que por mucho que nos disguste, nos parecemos a nuestros padres hasta en la forma en la que decidimos.

Neurobiografía del decidir

Nuestras decisiones no solamente están condicionadas por la evolución y por la genética. Desde el momento que nacemos, los eventos y experiencias de nuestra vida van moldeando nuestro cerebro, a nivel de las neuronas y de las conexiones entre estas.  Nuestras decisiones son condicionadas por nuestra historia personal.
  • Por ejemplo, con un hermano gemelo idéntico, compartimos el mismo ADN y la misma configuración genética, pero es imposible compartir la misma historia de vida.
  • Nuestra biografía, en conjunto con todo lo anterior, va construyendo un “sistema de ver la vida” y de relacionarnos con ella. Este sistema incluye nuestras creencias fundamentales, nuestros valores, nuestras actitudes, y en general, nuestra “forma general de ser”.
  • Es por ello, que ante situaciones similares, pensamos, sentimos y actuamos de forma parecida.

Antes de decidir

¿Por qué parece que nuestras decisiones son tan predecibles a veces?

Si pienso por ejemplo en mis amigos más cercanos, sé perfectamente las decisiones que van a tomar ante determinadas situaciones. Además, sé que cada uno es tan diferente que tomaría una decisión muy diferente.
 
Y al igual les pasará conmigo. Estoy seguro.
 
¿Por qué es así?
 

Bases Cerebrales de la Toma de Decisiones

Empezaremos con un poco de “Neurociencia Evolutiva”, en otras palabras, como el proceso biológico de la evolución ha hecho nuestro cerebro como es. Para ello, hablaremos de filogenia y ontogenia.
 
Cápsula Neurocientífica → ¿Qué es eso de la filogenia y ontogenia?
– Filogenia: rama de la biología que estudia las relaciones entre distintas especies
– Ontogenia: rama de la biología que estudia el desarrollo y evolución de un organismo desde su concepción hasta su senectud y muerte
 

Neurofilogenia del decidir

A nivel biológico nuestro cerebro ha evolucionado precisamente para esto, para decidir. Para organizar la orquesta de nuestro organismo en una sinfonía común, nosotros. Es decir, nuestras decisiones tienen una predisposición biológica.
  • Los circuitos de nuestro cerebro evolucionaron a lo largo de cientos de millones de años.
  • Nuestros sistemas de sensación, percepción, movimiento, emoción y motivación tienen ya respuestas predeterminadas “por defecto”.  El hambre, el sueño, el frío, el miedo y el deseo sexual, son algunos ejemplos.
  • Es por eso que, en el orden general de las cosas, los seres humanos nos comportamos similar.

Neuro-ontogenia del decidir

Los genes provenientes de nuestros padres codifican la formación y el desarrollo inicial de nuestros cerebros, desde dentro del vientre de nuestras madres, hasta nuestra muerta, nos acompaña esta influencia hereditaria. En otras palabras, nuestras decisiones tienen una predisposición genética.
  • Todos tenemos la misma plantilla básica (ADN), pero organizada de distintas formas específicas para cada uno, parecidas pero no iguales (genes).
  • Determinadas formas de ser, pensar, reaccionar y actuar, están condicionadas por nuestra genética.
  • Es por ello, que por mucho que nos disguste, nos parecemos a nuestros padres hasta en la forma en la que decidimos.

Neurobiografía del decidir

Nuestras decisiones no solamente están condicionadas por la evolución y por la genética. Desde el momento que nacemos, los eventos y experiencias de nuestra vida van moldeando nuestro cerebro, a nivel de las neuronas y de las conexiones entre estas.  Nuestras decisiones son condicionadas por nuestra historia personal.
  • Por ejemplo, con un hermano gemelo idéntico, compartimos el mismo ADN y la misma configuración genética, pero es imposible compartir la misma historia de vida.
  • Nuestra biografía, en conjunto con todo lo anterior, va construyendo un “sistema de ver la vida” y de relacionarnos con ella. Este sistema incluye nuestras creencias fundamentales, nuestros valores, nuestras actitudes, y en general, nuestra “forma general de ser”.
  • Es por ello, que ante situaciones similares, pensamos, sentimos y actuamos de forma parecida.

Decidiendo

¿Cómo decidimos? 

Vale, todo esto está muy bien pero aquí lo que nuestros oyentes y yo queremos saber es ¿cómo cojones decidimos? Porque así es como podremos tomar mejores decisiones. Así que, me gustaría que nos explicases qué pasa dentro de nuestros cerebros cuando tomamos una decisión.
 
Algunas cosas que se me ocurren:
  • ¿Por qué algunas decisiones las tomo sin darme cuenta y otras necesito darle muchas vueltas?
  • ¿Por qué a veces me siento seguro de lo que estoy decidiendo y otras siento que me estoy equivocando fijo?
  • ¿Por qué en ocasiones llego a “sentir ese hormigueo dentro” cuando estoy decidiendo cosas trascendentales?
¿Cómo nuestro cerebro decide, qué pasa allí dentro?
 

Neurodecidiendo: los mecanismos cerebrales de la decisión

Decidir es un proceso complejo en el que toman parte distintos elementos, en el apartado anterior vimos nuestras predisposiciones y condicionamientos a decidir de determinada manera, ahora veremos lo que sucede en el momento que decidimos.
 
A la hora de decidir participan:
  • Nuestras sensaciones corporales
  • Nuestras emociones
  • Nuestra capacidad de razonar
  • Las condiciones que nos rodean

Interocepción del decidir

La información entra por nuestros sentidos, a nivel del tálamo se regula sus distribución, hacia el sistema límbico y la corteza cerebral. Estas “sensaciones” intervienen en nuestras decisiones.
  • A nivel de la Ínsula Anterior nos damos cuenta de ellas, aquí es cuando algo nos da “mala espina” (gut feeling)
  • Al conectarse con el sistema límbico, estas sensaciones, desencadenan emociones asociadas a ellas
  • Las conexiones entre estas áreas cerebrales cambian con la experiencia, al punto en el que situaciones concretas, producen sensaciones concretas, una especie de “radar cerebral subconsciente”.
  • Si estas conexiones son fuertes e intensas, nuestro cerebro reacciona de forma automática, sin pensarlo. Hemos tomado una decisión, pero sin tomar consciencia de ello.

Afectividad del decidir

  • Las sensaciones que llegan al sistema límbico, inducen una respuesta emocional inmediata, principalmente a través de la amígdala, nuestro sensor de amenazas. Una vez una sensación está impregnada con una emoción, el “peso” que tiene a la hora de decidir, se incrementa de forma exponencial.
  • Nuestras emociones son indispensables para decidir, nuestra corteza prefrontal ventromedial (vmPFC), se encarga de interpretar y organizar las emociones. Y les asigna una “importancia” específica a cada una, según la situación.
  • Y como hemos visto en los episodios previos del Cerebro Racional vs Cerebro Emocional y el Especial del Cerebro en Guerra, esto activa nuestro hipotálamo y nuestro sistema nervioso autónomo, que para resumir, actúan por libre, independientes de nuestra corteza cerebral.
  • Efectivamente. A esto, el Premio Nóbel de Economía, el Psicólogo Daniel Kahneman en su libro Pensar Rápido, Pensar Despacio, le llama el Sistema 1 de Pensamiento.
 
Cápsula Neurocientífica → ¿Qué son los Sistemas 1 y 2 de Pensamiento? 
– Sistema 1: Pensamiento automático, impulsivo, visceral, irreflexivo, intuitivo.
– Sistema 2: Pensamiento lento, deliberativo, reflexivo y racional.
 

Racionalidad del decidir

Existen decisiones que requieren tomarse el tiempo necesario para valorar las alternativas. Esta deliberación se produce a nivel de la corteza prefrontal dorsolateral y el cíngulo anterior, apoyadas por el área tegmental ventral y el núcleo accumbens.
  • dlPFC → Toma final de una decisión lenta, racional
  • ACC → Valoración de pros y contras, presentación de la evidencia a la dlPFC
  • VTA → Valoración de la información sensorial y de las emociones, y las contrasta con nuestros objetivos y motivaciones
  • Accumbens → Sensación subjetiva de satisfacción con la decisión tomada (dopamina)

Ecología del decidir

A la hora de tomar decisiones, nuestro cerebro valora en fracciones de segundo múltiples aspectos, desde nuestros mecanismos biológicos más primitivos hasta las circunstancias que nos rodean. El cerebro no decide únicamente por su cuenta.
 
Lo que nos rodea a cada uno, influye y condiciona a nuestro cerebro a decidir de una u otra manera.
  • Nuestras relaciones
  • Nuestro ambiente
  • Nuestras necesidades y dificultades
  • Nuestros recursos y oportunidades
Nuestro cerebro toma en consideración todo ello, gracias a contar con una red de áreas asociativas fuertemente comunicadas entre sí. A la hora de tomar decisiones, nos importan tres:
  • Las conexiones entres las cortezas frontal, parietal y temporal: Integración del individuo con el medio que lo rodea
  • Las conexiones entre la corteza cerebral y el sistema límbico: Regulación de emociones y control de impulsos
  • Las conexiones entre los ganglios basales: Sistema de recompensa
A la hora de tomar decisiones nuestro cerebro funciona como un gran ecosistema
  • Las decisiones son tomadas por nuestro cerebro independientemente de que los circuitos de nuestra consciencia se encuentren activos o no.
  • En otras palabras, nuestro cerebro decide primero y nos “enteramos después”.
  • La consciencia juega un papel en modificar activamente esas redes neuronales para que tomen una mejor decisión la siguiente vez.

Decidiendo

¿Cómo decidimos? 

Vale, todo esto está muy bien pero aquí lo que nuestros oyentes y yo queremos saber es ¿cómo cojones decidimos? Porque así es como podremos tomar mejores decisiones. Así que, me gustaría que nos explicases qué pasa dentro de nuestros cerebros cuando tomamos una decisión.
 
Algunas cosas que se me ocurren:
  • ¿Por qué algunas decisiones las tomo sin darme cuenta y otras necesito darle muchas vueltas?
  • ¿Por qué a veces me siento seguro de lo que estoy decidiendo y otras siento que me estoy equivocando fijo?
  • ¿Por qué en ocasiones llego a “sentir ese hormigueo dentro” cuando estoy decidiendo cosas trascendentales?
¿Cómo nuestro cerebro decide, qué pasa allí dentro?
 

Neurodecidiendo: los mecanismos cerebrales de la decisión

Decidir es un proceso complejo en el que toman parte distintos elementos, en el apartado anterior vimos nuestras predisposiciones y condicionamientos a decidir de determinada manera, ahora veremos lo que sucede en el momento que decidimos.
 
A la hora de decidir participan:
  • Nuestras sensaciones corporales
  • Nuestras emociones
  • Nuestra capacidad de razonar
  • Las condiciones que nos rodean

Interocepción del decidir

La información entra por nuestros sentidos, a nivel del tálamo se regula sus distribución, hacia el sistema límbico y la corteza cerebral. Estas “sensaciones” intervienen en nuestras decisiones.
  • A nivel de la Ínsula Anterior nos damos cuenta de ellas, aquí es cuando algo nos da “mala espina” (gut feeling)
  • Al conectarse con el sistema límbico, estas sensaciones, desencadenan emociones asociadas a ellas
  • Las conexiones entre estas áreas cerebrales cambian con la experiencia, al punto en el que situaciones concretas, producen sensaciones concretas, una especie de “radar cerebral subconsciente”.
  • Si estas conexiones son fuertes e intensas, nuestro cerebro reacciona de forma automática, sin pensarlo. Hemos tomado una decisión, pero sin tomar consciencia de ello.

Afectividad del decidir

  • Las sensaciones que llegan al sistema límbico, inducen una respuesta emocional inmediata, principalmente a través de la amígdala, nuestro sensor de amenazas. Una vez una sensación está impregnada con una emoción, el “peso” que tiene a la hora de decidir, se incrementa de forma exponencial.
  • Nuestras emociones son indispensables para decidir, nuestra corteza prefrontal ventromedial (vmPFC), se encarga de interpretar y organizar las emociones. Y les asigna una “importancia” específica a cada una, según la situación.
  • Y como hemos visto en los episodios previos del Cerebro Racional vs Cerebro Emocional y el Especial del Cerebro en Guerra, esto activa nuestro hipotálamo y nuestro sistema nervioso autónomo, que para resumir, actúan por libre, independientes de nuestra corteza cerebral.
  • Efectivamente. A esto, el Premio Nóbel de Economía, el Psicólogo Daniel Kahneman en su libro Pensar Rápido, Pensar Despacio, le llama el Sistema 1 de Pensamiento.
 
Cápsula Neurocientífica → ¿Qué son los Sistemas 1 y 2 de Pensamiento? 
– Sistema 1: Pensamiento automático, impulsivo, visceral, irreflexivo, intuitivo.
– Sistema 2: Pensamiento lento, deliberativo, reflexivo y racional.
 

Racionalidad del decidir

Existen decisiones que requieren tomarse el tiempo necesario para valorar las alternativas. Esta deliberación se produce a nivel de la corteza prefrontal dorsolateral y el cíngulo anterior, apoyadas por el área tegmental ventral y el núcleo accumbens.
  • dlPFC → Toma final de una decisión lenta, racional
  • ACC → Valoración de pros y contras, presentación de la evidencia a la dlPFC
  • VTA → Valoración de la información sensorial y de las emociones, y las contrasta con nuestros objetivos y motivaciones
  • Accumbens → Sensación subjetiva de satisfacción con la decisión tomada (dopamina)

Ecología del decidir

A la hora de tomar decisiones, nuestro cerebro valora en fracciones de segundo múltiples aspectos, desde nuestros mecanismos biológicos más primitivos hasta las circunstancias que nos rodean. El cerebro no decide únicamente por su cuenta.
 
Lo que nos rodea a cada uno, influye y condiciona a nuestro cerebro a decidir de una u otra manera.
  • Nuestras relaciones
  • Nuestro ambiente
  • Nuestras necesidades y dificultades
  • Nuestros recursos y oportunidades
Nuestro cerebro toma en consideración todo ello, gracias a contar con una red de áreas asociativas fuertemente comunicadas entre sí. A la hora de tomar decisiones, nos importan tres:
  • Las conexiones entres las cortezas frontal, parietal y temporal: Integración del individuo con el medio que lo rodea
  • Las conexiones entre la corteza cerebral y el sistema límbico: Regulación de emociones y control de impulsos
  • Las conexiones entre los ganglios basales: Sistema de recompensa
A la hora de tomar decisiones nuestro cerebro funciona como un gran ecosistema
  • Las decisiones son tomadas por nuestro cerebro independientemente de que los circuitos de nuestra consciencia se encuentren activos o no.
  • En otras palabras, nuestro cerebro decide primero y nos “enteramos después”.
  • La consciencia juega un papel en modificar activamente esas redes neuronales para que tomen una mejor decisión la siguiente vez.

Conclusión

  • Nuestro cerebro nace con predeterminación a decidir de cierta manera, debido a la evolución biológica de nuestra especie, por una parte, y a nuestra carga genética, por la otra.
  • Los eventos y experiencias de los primeros años de nuestra vida (infancia, niñez y adolescencia), moldean nuestro cerebro para decidir de cierta forma.
  • Decidir es un fenómeno complejo que involucra múltiples áreas de nuestro cerebro, cada una con un “peso” distinto, según el momento y la situación.
  • Decidir va más allá de nuestros cerebros, incluye todo nuestro cuerpo; y va más allá de nosotros mismos, incluye las condiciones, personas y circunstancias que nos rodean.
  • Las decisiones son tomadas por la compleja red de conexiones de nuestro cerebro, la toma de consciencia de ellas, se produce después.
  • Vivir es decidir, si mejoramos nuestras decisiones, mejoramos nuestra vida, en cantidad y calidad.

Conclusión

  • Nuestro cerebro nace con predeterminación a decidir de cierta manera, debido a la evolución biológica de nuestra especie, por una parte, y a nuestra carga genética, por la otra.
  • Los eventos y experiencias de los primeros años de nuestra vida (infancia, niñez y adolescencia), moldean nuestro cerebro para decidir de cierta forma.
  • Decidir es un fenómeno complejo que involucra múltiples áreas de nuestro cerebro, cada una con un “peso” distinto, según el momento y la situación.
  • Decidir va más allá de nuestros cerebros, incluye todo nuestro cuerpo; y va más allá de nosotros mismos, incluye las condiciones, personas y circunstancias que nos rodean.
  • Las decisiones son tomadas por la compleja red de conexiones de nuestro cerebro, la toma de consciencia de ellas, se produce después.
  • Vivir es decidir, si mejoramos nuestras decisiones, mejoramos nuestra vida, en cantidad y calidad.

Puesta en práctica

La escritura y el experimento mental, son dos de las herramientas más poderosas de nuestro cerebro. Para esta práctica utilizaremos ambas.
 

Primera parte → Escritura

Recordar una mala decisión que hayamos tomado en el pasado y anotémosla.
 
Escribir en detalle, a mano, todos los factores implicados en esa mala decisión. En orden, según lo hemos visto en este episodio:
 
Aspectos humanos generales:
  • Tenía hambre, sueño, frío, cansancio, etc.
  • ¿Estaba enfermo? 
Aspectos genéticos heredados:
  • ¿He decidido como mi padre porque tengo la misma tendencia violenta?
  • ¿He decidido como mi madre porque he heredado su personalidad evasiva?
  • ¿He decidido como mi hermano porque compartimos la tendencia a la tristeza?, etc. 
Aspectos biográficos individuales:
  • ¿He decidido así por una experiencia traumática en mi pasado?
  • ¿He decidido de esa manera porque así se ha hecho siempre en mi familia, cultura o círculo social?
  • ¿He tomado esta decisión en esta situación, porque es lo que siempre hago en estas situaciones? 
En relación a lo que nos rodea
  • ¿He tomado esa decisión porque es lo que se espera de mí?
  • ¿He decidido así porque mis circunstancias me obligan? físicas, económicas, legales, etc.
  • ¿He decidido de esa manera porque no conozco otra forma de hacer las cosas?
Al terminar de anotar todo lo que pudo influir en nuestras decisiones, leerlo y contrastar si lo que hemos anotado concuerda con como nos sentimos en ese momento, para sentirlo, integrarlo, vivirlo.
 

Segunda parte → Experimento Mental

Consiste en repasar mentalmente, en soledad y con los ojos cerrados, cada uno de los puntos anteriores, e imaginar distintas alternativas de decisión y actuación.
  • Es un análisis de escenarios mental
  • Es una simulación cerebral de posibilidades alternativas
  • ¿Cómo hubiese podido decidir y actuar diferente? ¿Qué hubiese podido hacer mejor?
  • Pensar en las consecuencias de esas posibles decisiones y conductas
  • Experimentar en nuestra mente la experiencia completa
  • Nuestros gestos, nuestras sensaciones, nuestras emociones, nuestros pensamientos
  • Cuestionar si nuestras creencias, valores, actitudes, motivaciones y objetivos me están haciendo actuar de una manera que va en contra de mi bienestar
  • Repetir el experimento mental las veces que sea necesario hasta cubrir todas las posibilidades alternativas de decisión y actuación que se nos ocurran. De esta manera expandimos nuestro “espacio de posibilidades”.

Tercera parte → Análisis y Plan de Acción.

  • Al terminar la ronda de experimentos mentales, elegir las decisiones y formas de actuar que consideremos son las mejores.
  • Analicemos como podemos implementar en el futuro, esas maneras de decidir ante situaciones similares.
  • Analicemos que elementos de nuestro “sistema de ver la vida” necesitan ser actualizados, abandonados o reemplazados.
  • Escribir un plan de acción específico de lo que haremos para decidir mejor la próxima vez, ponerle fecha y firma. Colocarlo en un lugar visible, como recordatorio que está en nuestro poder ser mejores y decidir mejor.

Puesta en práctica

La escritura y el experimento mental, son dos de las herramientas más poderosas de nuestro cerebro. Para esta práctica utilizaremos ambas.
 

Primera parte → Escritura

Recordar una mala decisión que hayamos tomado en el pasado y anotémosla.
 
Escribir en detalle, a mano, todos los factores implicados en esa mala decisión. En orden, según lo hemos visto en este episodio:
 
Aspectos humanos generales:
  • Tenía hambre, sueño, frío, cansancio, etc.
  • ¿Estaba enfermo? 
Aspectos genéticos heredados:
  • ¿He decidido como mi padre porque tengo la misma tendencia violenta?
  • ¿He decidido como mi madre porque he heredado su personalidad evasiva?
  • ¿He decidido como mi hermano porque compartimos la tendencia a la tristeza?, etc. 
Aspectos biográficos individuales:
  • ¿He decidido así por una experiencia traumática en mi pasado?
  • ¿He decidido de esa manera porque así se ha hecho siempre en mi familia, cultura o círculo social?
  • ¿He tomado esta decisión en esta situación, porque es lo que siempre hago en estas situaciones? 
En relación a lo que nos rodea
  • ¿He tomado esa decisión porque es lo que se espera de mí?
  • ¿He decidido así porque mis circunstancias me obligan? físicas, económicas, legales, etc.
  • ¿He decidido de esa manera porque no conozco otra forma de hacer las cosas?
Al terminar de anotar todo lo que pudo influir en nuestras decisiones, leerlo y contrastar si lo que hemos anotado concuerda con como nos sentimos en ese momento, para sentirlo, integrarlo, vivirlo.
 

Segunda parte → Experimento Mental

Consiste en repasar mentalmente, en soledad y con los ojos cerrados, cada uno de los puntos anteriores, e imaginar distintas alternativas de decisión y actuación.
  • Es un análisis de escenarios mental
  • Es una simulación cerebral de posibilidades alternativas
  • ¿Cómo hubiese podido decidir y actuar diferente? ¿Qué hubiese podido hacer mejor?
  • Pensar en las consecuencias de esas posibles decisiones y conductas
  • Experimentar en nuestra mente la experiencia completa
  • Nuestros gestos, nuestras sensaciones, nuestras emociones, nuestros pensamientos
  • Cuestionar si nuestras creencias, valores, actitudes, motivaciones y objetivos me están haciendo actuar de una manera que va en contra de mi bienestar
  • Repetir el experimento mental las veces que sea necesario hasta cubrir todas las posibilidades alternativas de decisión y actuación que se nos ocurran. De esta manera expandimos nuestro “espacio de posibilidades”.

Tercera parte → Análisis y Plan de Acción.

  • Al terminar la ronda de experimentos mentales, elegir las decisiones y formas de actuar que consideremos son las mejores.
  • Analicemos como podemos implementar en el futuro, esas maneras de decidir ante situaciones similares.
  • Analicemos que elementos de nuestro “sistema de ver la vida” necesitan ser actualizados, abandonados o reemplazados.
  • Escribir un plan de acción específico de lo que haremos para decidir mejor la próxima vez, ponerle fecha y firma. Colocarlo en un lugar visible, como recordatorio que está en nuestro poder ser mejores y decidir mejor.

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