Cómo evitar el síndrome del burnout

Tu viaje hacia el control de tu cerebro podría empezar aquí

Recibe nuestra newsletter cada semana con conocimiento, herramientas y ejercicios para poner en práctica en tu día a día y potenciar tu cerebro al máximo. 

Darse de alta es gratis y darse de baja también.

Tu viaje hacia el control de tu cerebro podría empezar aquí

Recibe nuestra newsletter cada semana con conocimiento, herramientas y ejercicios para poner en práctica en tu día a día y potenciar tu cerebro al máximo.

Darse de alta es gratis y darse de baja también. 

¿Qué es exactamente el sindrome del burnout?

El burnout es un síndrome, de hecho, exactamentes es así cómo se clasifica.

Es un conjunto de sensaciones subjetivas, a lo que le llamamos síntomas, y de y de manifestaciones objetivas, a lo que le llamamos signos, que puestas en conjunto lo que representan es un agotamiento producido por el trabajo.

El agotamiento es psicológico, social y físico debe incluir componentes de los tres y se circunscribe única y exclusivamente al aspecto laboral.

Hablar de burnout en las relaciones o hablar de burnout existencial no existe. El burnout es específico del trabajo.

¿Qué es exactamente el sindrome del burnout?​

El burnout es un síndrome, de hecho, exactamentes es así cómo se clasifica.

Es un conjunto de sensaciones subjetivas, a lo que le llamamos síntomas, y de y de manifestaciones objetivas, a lo que le llamamos signos, que puestas en conjunto lo que representan es un agotamiento producido por el trabajo.

El agotamiento es psicológico, social y físico debe incluir componentes de los tres y se circunscribe única y exclusivamente al aspecto laboral.

Hablar de burnout en las relaciones o hablar de burnout existencial no existe. El burnout es específico del trabajo.

Qué pasa en tu cerebro cuanto tienes burnout

Debemos hacer una introducción porque el burnout se clasifica en etapas y conocerlas te va a ayudar a ir viendo por dónde vamos pasando y en qué momento es donde deberíamos de identificarlo más.

Son cinco etapas:

La primera, que se lee se le llama de la luna de miel es que se inicia un trabajo o se inicia un nuevo proyecto ilusionado, contento, se pone toda la energía y p¿orque está incluida aquí? Porque en el momento en el que notas que te estás implicando bastante más a nivel emocional, a nivel cognitivo etc.,

A nivel de tiempo y recursos, sabes que eso no vas a ser sostenible y allí es donde debería empezar a gestionarse el burnout.

Por mucha emoción que tengas en un nuevo trabajo o en un nuevo proyecto debes empezar a administrar tus energías desde el principio.

La segunda etapa es la aparición del estrés agudo: notas que te empiezas agobiar, un poco de ansiedad, un poco de preocupación, pero es tolerable, es manejable y podría decirse que se considera como entendible.

La siguiente fase es el estrés crónico. Aquí empieza a notar síntomas físicos: dolor de cabeza por ejemplo, sensación corporal de contracciones musculares, puede ser que algunos trastornos digestivos y una serie de manifestaciones que hablamos en el episodio del estrés.

Hasta esta fase no hay nada específico ni nuevo.

La fase 4 es la del burnout propiamente dicho. Es cuando empezamos con la desidia acerca del trabajo, con el rechazo, con la constante desazón de lo que estamos haciendo. Nos despertamos por la mañana, no queremos ir a trabajar, llegamos al trabajo y ya notamos que nos cuesta. Nos sentimos incómodos, nos distanciamos emocional y cognitivamente del trabajo.

Y una serie de síntomas físicos como trastornos de la alimentación, trastornos del sueño y una sensación de disminución de energía, de fatiga y de agotamiento.

Si esto persiste, empiezan también las manifestaciones sociales: normalmente a tener conflictos o irritabilidad o aislarnos de la gente.

La fase 5 es la que ya requiere una atención de algún tipo: médica o social o psicológica. La

persona está totalmente exhausta a todos los niveles y esto sí puede llevar a entrar al área médica completamente a un trastorno de la salud mental propiamente dicho.

Importante recalcar que a día de hoy la OMS no considera el burnout común como un problema psicológico o psiquiátrico, sino como una situación adaptativa o de ajuste, salvo cuando llega a las últimas fases en las que si puede coexistir con algunos otros problemas de salud mental.

Qué pasa en tu cerebro cuanto tienes burnout

Debemos hacer una introducción porque el burnout se clasifica en etapas y conocerlas te va a ayudar a ir viendo por dónde vamos pasando y en qué momento es donde deberíamos de identificarlo más.

Son cinco etapas:

La primera, que se lee se le llama de la luna de miel es que se inicia un trabajo o se inicia un nuevo proyecto ilusionado, contento, se pone toda la energía y p¿orque está incluida aquí? Porque en el momento en el que notas que te estás implicando bastante más a nivel emocional, a nivel cognitivo etc.,

A nivel de tiempo y recursos, sabes que eso no vas a ser sostenible y allí es donde debería empezar a gestionarse el burnout.

Por mucha emoción que tengas en un nuevo trabajo o en un nuevo proyecto debes empezar a administrar tus energías desde el principio.

La segunda etapa es la aparición del estrés agudo: notas que te empiezas agobiar, un poco de ansiedad, un poco de preocupación, pero es tolerable, es manejable y podría decirse que se considera como entendible.

La siguiente fase es el estrés crónico. Aquí empieza a notar síntomas físicos: dolor de cabeza por ejemplo, sensación corporal de contracciones musculares, puede ser que algunos trastornos digestivos y una serie de manifestaciones que hablamos en el episodio del estrés.

Hasta esta fase no hay nada específico ni nuevo.

La fase 4 es la del burnout propiamente dicho. Es cuando empezamos con la desidia acerca del trabajo, con el rechazo, con la constante desazón de lo que estamos haciendo. Nos despertamos por la mañana, no queremos ir a trabajar, llegamos al trabajo y ya notamos que nos cuesta. Nos sentimos incómodos, nos distanciamos emocional y cognitivamente del trabajo.

Y una serie de síntomas físicos como trastornos de la alimentación, trastornos del sueño y una sensación de disminución de energía, de fatiga y de agotamiento.

Si esto persiste, empiezan también las manifestaciones sociales: normalmente a tener conflictos o irritabilidad o aislarnos de la gente.

La fase 5 es la que ya requiere una atención de algún tipo: médica o social o psicológica. La

persona está totalmente exhausta a todos los niveles y esto sí puede llevar a entrar al área médica completamente a un trastorno de la salud mental propiamente dicho.

Importante recalcar que a día de hoy la OMS no considera el burnout común como un problema psicológico o psiquiátrico, sino como una situación adaptativa o de ajuste, salvo cuando llega a las últimas fases en las que si puede coexistir con algunos otros problemas de salud mental.

Relación genética y burnout, ¿la hay?

Genéticamente hay personas que pueden estar más predispuestos a sufrir que otras. Aquí viene también en la predisposición genética a la resiliencia por ejemplo. Ese nombre filosófico psicológico acerca de la capacidad de poder encajar los eventos adversos de la vida y hacerle frente a las dificultades y también la predisposición hacia los trastornos del estado de ánimo.

Entonces, si tenemos cierta predisposición a estar más tristes, o tenemos poca resiliencia, normalmente encajamos los eventos adversos con mucho impacto negativo en nuestra vida. Evidentemente esto les predispone a que ese burnout llegue antes que en una persona que es capaz de afrontar las dificultades de una mejor manera.

Lo que sí es cierto es que el impacto que tienen nuestros cerebros si es muy similar y la pared y la zona anatómica, ya que sí que se involucran normalmente el lóbulo frontal.

De hecho hay un libro que se llama “Fatiga Frontal” en donde habla de cómo la sociedad actual nos obliga a estar agudos a nivel de todo. Tenemos que ser más empáticos, tenemos que ser más inteligentes, tenemos que ser más creativos, tenemos que ser más resolutivos, vamos, tenemos que ser superman y es imposible.

Gran parte de de la de la diferencia entre los distintos tipos de trabajo radica en la capacidad de encajar esa necesidad de la sociedad de que todo lo hagamos con una velocidad, una efectividad y una eficiencia descomunal sin perder la parte humana.

Relación genética y burnout, ¿la hay?

Genéticamente hay personas que pueden estar más predispuestos a sufrir que otras. Aquí viene también en la predisposición genética a la resiliencia por ejemplo. Ese nombre filosófico psicológico acerca de la capacidad de poder encajar los eventos adversos de la vida y hacerle frente a las dificultades y también la predisposición hacia los trastornos del estado de ánimo.

Entonces, si tenemos cierta predisposición a estar más tristes, o tenemos poca resiliencia, normalmente encajamos los eventos adversos con mucho impacto negativo en nuestra vida. Evidentemente esto les predispone a que ese burnout llegue antes que en una persona que es capaz de afrontar las dificultades de una mejor manera.

Lo que sí es cierto es que el impacto que tienen nuestros cerebros si es muy similar y la pared y la zona anatómica, ya que sí que se involucran normalmente el lóbulo frontal.

De hecho hay un libro que se llama “Fatiga Frontal” en donde habla de cómo la sociedad actual nos obliga a estar agudos a nivel de todo. Tenemos que ser más empáticos, tenemos que ser más inteligentes, tenemos que ser más creativos, tenemos que ser más resolutivos, vamos, tenemos que ser superman y es imposible.

Gran parte de de la de la diferencia entre los distintos tipos de trabajo radica en la capacidad de encajar esa necesidad de la sociedad de que todo lo hagamos con una velocidad, una efectividad y una eficiencia descomunal sin perder la parte humana.

Tipos de trabajo en los que afecta más el burnout

El personal sanitario y, en general, todas las personas que trabajan de atención al público.

Los sanitarios por excelencia, no son los únicos, pero sí hay que hablar de burnout o sea hay que poner al médico y al enfermero a la enfermera y al médico allí al pie del cañón.

El personal sanitario atiende personas y aquí extendemos entonces a toda persona que tiene una gran parte de atención al público o de interacción humana serán más proclives a desarrollar problemas de burnout porque está en un desgaste empático y normalmente está sometido a presiones como listas de espera, como cantidad de personas vistas comouna serie de métricas que le agotan y por la otra tiene que seguir manteniendo la calidad de la atención o la humanización.

Es incompatible una política de humanización cuando se te obliga a alcanzar unas métricas que son simplemente imposibles y eso hace que lleve al punto de quiebre a esa persona en relación con su trabajo.

Tipos de trabajo en los que afecta más el burnout

El personal sanitario y, en general, todas las personas que trabajan de atención al público.

Los sanitarios por excelencia, no son los únicos, pero sí hay que hablar de burnout o sea hay que poner al médico y al enfermero a la enfermera y al médico allí al pie del cañón.

El personal sanitario atiende personas y aquí extendemos entonces a toda persona que tiene una gran parte de atención al público o de interacción humana serán más proclives a desarrollar problemas de burnout porque está en un desgaste empático y normalmente está sometido a presiones como listas de espera, como cantidad de personas vistas comouna serie de métricas que le agotan y por la otra tiene que seguir manteniendo la calidad de la atención o la humanización.

Es incompatible una política de humanización cuando se te obliga a alcanzar unas métricas que son simplemente imposibles y eso hace que lleve al punto de quiebre a esa persona en relación con su trabajo.

Puesta en práctica: cómo podemos hacer frente al burnout

La predisposición que tenga cada persona a encajar a los eventos adversos es, sobre todo, lo que vamos a trabajar.

Luego el entorno laboral eso es bastante difícil de cambiar por parte de un solo individuo y aquí es donde hay que plantearse si hay que cambiar de trabajo o no, por ejemplo.

Nos vamos a enfocar únicamente lo que está en nuestro círculo de influencia y respecto a esto,con mecanismos y técnicas de abordaje de la situación y volvemos a lo básico no nos queda de otra: comer bien el hacer ejercicio, la diferencia es que cuando se está en una situación de burnout lo más difícil es encontrar el momento de parar la implicación que se tiene con el trabajo y apartar tiempo para hacer estas actividades de recuperación eso es fundamental.

Se ha demostrado que las terapias a nivel cognitivo y a nivel conductual tienen poca efectividad cuando están a partir del estadio 3 del burnout. La práctica va más orientada a reconocer los estadios tempranos. Como la mayoría de los que estamos haciendo y escuchando este podcast ya pasamos esa fase y no la hemos detectado lo que queda es ir des-escalando el burnout y como se realiza es, lo primero, quitando la atención del trabajo,en otras palabras desconectar fuera del trabajo con cualquier actividad, preferiblemente una actividad sana como de comida y como comer bien, como hacer ejercicio y no como para verlo 10 horas seguida de una serie de Netflix.

La siguiente fase es llevar los recursos, en este caso cognitivos, hacia el trabajo y encontrar significado y encontrar algo que se alinea con nuestra motivación intrínseca. La atención y la motivación son los dos aspectos fundamentales que la literatura ha demostrado que disminuyen el impacto negativo que esto tiene y es complicado, no hay una receta fácil.

De hecho, una de los grandes problemas es que se busca por internet cómo manejar el burnout y no encontrarás prácticamente nada por lo complicado que es.

Hay algo más.

Un audio privado que les hemos enviado a los suscriptores de nuestra newsletter con un ejercicio práctico en el que enseñamos a poner en práctica todo esto desde ya.

Un ejercicio de coger papel y boli y empezar a trabajar, porque si no, no habrá resultados.

Si estás suscrito ya lo habrás recibido. Si no lo estás, y quieres recibirlo, te lo enviamos automáticamente a tu correo si te suscribes antes del 1 de junio de 2022.

Si estás leyendo esto más tarde pero quieres recibir este contenido privado y dar un paso más hacia el control de tu cerebro, para futuros contenidos, puedes suscribirte abajo.

Puesta en práctica: cómo podemos hacer frente al burnout

La predisposición que tenga cada persona a encajar a los eventos adversos es, sobre todo, lo que vamos a trabajar.

Luego el entorno laboral eso es bastante difícil de cambiar por parte de un solo individuo y aquí es donde hay que plantearse si hay que cambiar de trabajo o no, por ejemplo.

Nos vamos a enfocar únicamente lo que está en nuestro círculo de influencia y respecto a esto,con mecanismos y técnicas de abordaje de la situación y volvemos a lo básico no nos queda de otra: comer bien el hacer ejercicio, la diferencia es que cuando se está en una situación de burnout lo más difícil es encontrar el momento de parar la implicación que se tiene con el trabajo y apartar tiempo para hacer estas actividades de recuperación eso es fundamental.

Se ha demostrado que las terapias a nivel cognitivo y a nivel conductual tienen poca efectividad cuando están a partir del estadio 3 del burnout. La práctica va más orientada a reconocer los estadios tempranos. Como la mayoría de los que estamos haciendo y escuchando este podcast ya pasamos esa fase y no la hemos detectado lo que queda es ir des-escalando el burnout y como se realiza es, lo primero, quitando la atención del trabajo,en otras palabras desconectar fuera del trabajo con cualquier actividad, preferiblemente una actividad sana como de comida y como comer bien, como hacer ejercicio y no como para verlo 10 horas seguida de una serie de Netflix.

La siguiente fase es llevar los recursos, en este caso cognitivos, hacia el trabajo y encontrar significado y encontrar algo que se alinea con nuestra motivación intrínseca. La atención y la motivación son los dos aspectos fundamentales que la literatura ha demostrado que disminuyen el impacto negativo que esto tiene y es complicado, no hay una receta fácil.

De hecho, una de los grandes problemas es que se busca por internet cómo manejar el burnout y no encontrarás prácticamente nada por lo complicado que es.

Hay algo más.

Un audio privado que les hemos enviado a los suscriptores de nuestra newsletter con un ejercicio práctico en el que enseñamos a poner en práctica todo esto desde ya.

Un ejercicio de coger papel y boli y empezar a trabajar, porque si no, no habrá resultados.

Si estás suscrito ya lo habrás recibido. Si no lo estás, y quieres recibirlo, te lo enviamos automáticamente a tu correo si te suscribes antes del 1 de junio de 2022.

Si estás leyendo esto más tarde pero quieres recibir este contenido privado y dar un paso más hacia el control de tu cerebro, para futuros contenidos, puedes suscribirte abajo.

Tu viaje hacia el control de tu cerebro podría empezar aquí

Recibe nuestra newsletter cada semana con conocimiento, herramientas y ejercicios para poner en práctica en tu día a día y potenciar tu cerebro al máximo. 

Darse de alta es gratis y darse de baja también. 

Tu viaje hacia el control de tu cerebro podría empezar aquí

Recibe nuestra newsletter cada semana con conocimiento, herramientas y ejercicios para poner en práctica en tu día a día y potenciar tu cerebro al máximo.

Darse de alta es gratis y darse de baja también. 

©2022 Tu Cerebro Al Desnudo ○ Made by Estudio Iber